9/18/2019


EN EL DÍA DEL ESTUDIANTE

Desde que tienes uso de razón, recuerdas que siempre te han “atormentado”  con la asistencia al colegio. Desde tu infancia precoz fuiste obligado a acudir al jardín; te rompieron el corazón, te alejaron del calor del hogar, de los afectos infinitos, de las contemplaciones de tus actos, de tu soberbia. Tenías que enfrentar ahora, a la miss, una total desconocida que quería fungir de mamá; eso jamás pasaría, madre solo hay una. Terminaste este periodo, y esa  persona se convirtió en tu confidente, la que decidía tu existencia, finalmente; la querías y te dolió en lo más profundo de tu ser, separarte de ella. Ya habías crecido.
Te esperaba la primaria, más niños y niñas, sin darte cuenta estabas creciendo rápidamente, ya tenías otras consideraciones en tu casa. El colegio te asignaba responsabilidades de “adulto”, batallaste con todo el mundo, por ser tú. La palabra estudiante caló en ti, en este periodo entendiste tu rol como hijo, hermano, compañero, amigo y estudiante también.  
Pensaba entonces, estaré listo para la nueva fase de mi vida, aún frescos están mis recuerdos de la miss, que atento afecto me dio, me enseñó los primeros pasos para confrontar mi reto estudiantil. Mis profesores de primaria me han dado las herramientas, a lo mejor no las necesarias para lo que me espera; pero, me siento capaz de proseguir con las letras, números y fórmulas. Sé que saldré airoso.
Ahora, finalmente la secundaria, qué equivocado que estaba, no es lo último, solo es el preámbulo para seguir siendo estudiante. Uno nunca deja de aprender, de estudiar. Me esperan los estudios superiores. Difícil será olvidar mi estadía en la secundaria, tanto que viví, cuánta inocencia derramé. Cómo será sentir mi época escolar cuando deje el colegio, mis amigos, profesores, auxiliares, tanta gente que siempre estuvo alrededor mío para que sea UN ESTUDIANTE.

By/jla