MARIANELA (Benito Pérez G.)
I Parte
Teodoro era un hombre maduro, había aprendido mucho de la vida, su niñez no fue tan dichosa como muchos creían; tuvo muchas necesidades. Ahora se dirigía a las minas de Sorcates, buscaba a su hermano que desempeñaba un cargo importante en esas minas. Pero, tenía un compromiso adquirido ya hacía mucho tiempo.
A su llegada los alrededores del lugar que buscaba, fue recibido por Choto, perro de Pablo. Inmediatamente después conoció a una “niña” que no era tanto, ya que su edad estaba por los 16, pero dad la vida y el “cuidado” de sus benefactores aparentaba solo 12. Para el doctor era tierna, dulce, agradable, bordeaba la belleza.
Marianela, o Nela como era conocida vivía con los Centeno que eran especie de lugartenientes de la mina, brindaban algunos servicios a la mina y lo que más les interesaba era el dinero antes que el bienestar de los miembros de su familia. Celipín no estaba de acuerdo con ellos y juntaba dinero, quería irse de la casa para aprender a leer, a estudiar; quería cambiar su vida. Todo le comentaba a Nela, ella lo comprendía. Nela no era bien tratada, solo comía cuando se acordaban que existía.
Nela se había convertido en los ojos de Pablo, era su lazarillo lo llevaba donde él quería, generalmente iban al campo y muchas veces a la Trascaba. La llegada y el encuentro del Dr. Teodoro con el Sr. Penáguilas trajo esperanzas de que Pablo pueda ver, el júbilo llegó a Don Francisco luego que auscultara al joven ciego. Habían posibilidades que pueda ver la luz de nuevo. Pablo estaba enamorado de la bella Nela.
Teodoro tuvo una discusión con Sofía, su perra (Lili) tenía vestuario y Nela ni zapatos, el reproche no le agradó a la mujer aduciendo que Nela no servía para nada, Teodoro se ofreció a comprarle unos zapatos. Nela le gustaba ir a la Trascaba, le recordaba a su madre.
El Dr. Teodoro Golfín había ordenado que pablo esté tranquilo para la operación, no obstante, Pablo estaba muy inquieto, no solo por el afán de aprender más; Nela le quitaba el sueño…
II Parte
Celipín pensaba irse de su casa, soñaba con ser doctor, tener mucho dinero y prestigio como el Dr. Teodoro Golfín. Nela le regala dos monedas para Celipín junte dinero para su proyecto.
Nela a pesar de la poca preparación que tenía, entendía bien de religión, sabía que la Virgen María significaba la pureza máxima. Le pide a la Virgen que Pablo nunca deje de quererla.
Nela confundió a la Virgen con Florentina, ella era tan bonita. Florentina invita a Nela a la casa a tomar chocolate, se entera que es prima de Pablo, luego del convite Pablo, Nela y Florentina salen a pasear, hasta llevan a la visitante a las minas.
Florentina ofrece ayuda a Nela, le enseñaría muchas cosas para que sea una señorita. Pablo le cuenta a Nela de las intenciones de su padre de casarla con la prima. La ayuda ofrecida a Nela por Florentina era parte de una promesa que ella le hizo a la virgen para que Pablo pueda ver. La operación fue un éxito.
Mariquilla estuvo vagando por tres días, Florentina fue a buscarla para cumplir su promesa, Nela se escapó, la prima pensó que era ingrata. Celipín fuga de su casa se encuentra con Nela, la quiere convencer de acompañarlo, ella no accede.
Nela se va a la Trascava, quiere poner fin a su vida, Choto y el Dr. Golfín la encuentran, ella le cuenta la verdadera historia de su actitud, está enamorada de Pablo, pero comprende que ella es fea en comparación a Florentina.
El Dr. la lleva cargada a Nela a la casa de Pablo, descansa en la cama de Florentina, aparece Pablo y le da a conocer el amor que tiene por su prima, era tan bonita decía; Nela presencia todo. Ella estaba muy enferma, tenía fiebre, lo que se había enterado adelantó su muerte, a pesar de los esfuerzos de Pablo, el Dr. y Florentina Mariquilla falleció. Solo alcanzó a despedirse del Dr. Golfín. Sus funerales fueron pomposos. En su lápida decía que fue una señorita de familia noble, era lo que más llamaba la atención a los turistas que llegaban al pueblo.