4/13/2016

EL SUEÑO DE SAN MARTÍN  

(ABRAHAM VALDELOMAR)


Era el 8 de setiembre de 1820. La expedición Libertadora al mando de San Martín desembarcaba en la bahía de Paracas. Cansado, en tanto que el ejército se preparaba para la marcha, el Libertador se recostó a la sombre de una palmera, junto al arbolito de la libertad, en la arena caldeaba.
El sol radiante y viril caía verticalmente. Sobre la extensión vibraba el aire. El héroe sintió un vago sopor. Tenía sueño y se abandonó a él. Sintió entonces que poco a poco iba borrándose el paisaje, mientras pensaba en sus planes de libertad. Sabía que de la empresa que acababa de comenzar dependía la libertad, de un continente; que iba afrontar las iras castellanas en el corazón del Virreinato; que iba a destruir en pocos días, meses o años la labor de siglos.
Se durmió y soñó que hacia el norte se elevaba un gran país, ordenado, libre, laborioso y patriota.
Fueron poblándose los arenales de edificios, los mares de buques, los caminos de ejército. Muchedumbres inmensas caminaban febrilmente en un ansia infinita de trabajo y renovación. Los hombres de este país eran libres, fuertes patriotas. 
Y cuando todo el pueblo se había elevado, cuando el progreso y la libertad estaban dando su fruto, oyó sonar una marcha triunfal y vio extenderse sobre la extensión ilimitada una bandera. Una bella bandera, sencilla y elocuente, que se agitaba con orgullo sobre aquel pueblo poderoso. 
Despertó y abrió los ojos. Efectivamente, una bandada de aves de las alas rojas y pechos blancos se elevaba de punto cercano. Esas aves eran las parihuanas, que parecen una bandera del Perú. Aquel grupo de aves, cada una de las cuales formaba una bandera, se desparramó hacia el norte y se perdió en el azul purísimo del cielo.
El héroe se puso en pie. El ejército estaba listo para la marcha. Entonces le invadió una sana jovialidad y, cuando sobre sus caballos arrogantes, los capitanes emprendieron la marcha para cumplir el más noble mandato, les dijo el libertador:
- ¿Ven aquella bandada de aves que va hacia el norte? 
- Si, General. Blancas y rojas – dijo Cochrane.
- Parece una bandera – agregó Las Heras.
- Si – dijo San Martín-, son una bandera. La bandera de la libertad, que venimos a conquistar.
La bandera de aves volaba hacia el norte, como si indicase una ruta a esos tres corazones.
Luego, al acercarse a Pisco, las aves de leve plumaje se elevaron al cielo, perdiéndose en las nubes como en una infinita ansia de azul.

ELEMENTOS DE LA COMUNICACIÓN

ELEMENTOS DE LA COMUNICACIÓN

En el afán de ahondar más en el proceso comunicativo podemos desglosar la comunicación en los elementos que la conforman. Dichos elementos se presentan ordenados en fases que concuerdan con la ejecución más o menos secuencial del propio proceso de comunicación. Son:

01) Fuente. Persona (o grupo de ellas) dispuestas a comunicarse y que se constituyen en el origen del mensaje y de las que proviene el propósito de la comunicación.
02) Emisor. Persona encargada de transmitir el mensaje. Puede o no coincidir con la fuente aunque en el proceso más simple coincidirán ambos elementos.
03) Mensaje A. Podemos definir mensaje como “lo que se quiere comunicar”. Cuando hablamos de mensaje hemos de considerar la forma y el modo que se va a comunicar.
La forma se refiere a la sintaxis y a la semántica, y el modo, al tono y a la expresividad.
04) Codificación. Proceso por el cual se traduce en signos lingüísticos, símbolos o señales la intención o propósito de la fuente emisora.
05) Canal. Una vez establecido el mensaje, se debe seleccionar un canal para transmitirlo. Según David Berlo (1969) este elemento consta de tres etapas diferentes:
Visualizar un punto de partida, que en la comunicación interpersonal representa al conjunto de las condiciones psicofísicas que posibilitan la emisión.
Elección del vehículo que transporta el mensaje. Es el medio de comunicación, por ejemplo la voz.
Elección del soporte del vehículo que transporta el mensaje. Por ejemplo, el espacio por el que viajan las ondas sonoras.

06) Decodificación. Proceso por el cual el receptor del mensaje interpreta el propósito o intención de la fuente emisora expresada en el mensaje.
07) Mensaje A’. Se puede definir como “lo que interpreta el receptor”. Para alcanzar el propósito de la comunicación el Mensaje A debe ser igual al Mensaje A’, es decir, debe existir fidelidad. En el punto 09 se abordan las barreras que impiden la fidelidad.
Es muy importante constatar la existencia de un mensaje A y un mensaje A’ ya que muchos de los conflictos surgen precisamente de que emisor y receptor consideran que ambos son iguales cuando hechos posteriores demuestran que son manifiestamente distintos.
08) Receptor. Es quien recibe el mensaje transportado por el vehículo, en forma directa y sin intermediarios. El receptor no necesariamente es el destinatario (al igual que sucedía con la fuente y el emisor).
09) Destinatario. Persona (o grupo de ellas) que constituyen en el destino del mensaje y hacia las que va orientado el propósito de la comunicación.

10) Barreras de la comunicación. Las barreras pueden surgir en cualquier parte del proceso comunicativo y son obstáculos que desvirtúan o impiden la comunicación, distorsionando el mensaje.
Estas barreras pueden ser del tipo: expectativas y experiencias distintas de los participantes, interpretación personal del mensaje, diferencias en el código compartido (nunca es idéntico), ruidos y contaminaciones o la intencionalidad del mensaje (a un nivel por encima del propio mensaje).

11) Retroalimentación (feedback). Se define como todas aquellas respuestas verbales o no verbales del receptor a una comunicación inicial del emisor, producidas durante o inmediatamente después de ésta.
Generan la posibilidad de ser utilizadas por los participantes, de manera que facilite la comunicación y disminuya la distorsión del mensaje.
La retroalimentación puede ser directa (al actuar directamente sobre receptor (o emisor) durante la propia comunicación) o indirecta (al observar y actuar sobre los resultados del proceso de comunicación).

La retroalimentación si está bien hecha nos ayuda a paliar el efecto distorsionador creado por las barreras en la comunicación y constituye una herramienta fundamental de lo que denominamos “escucha activa” una de las habilidades fundamentales a desarrollar para mejorar los procesos de comunicación.