12/28/2011

¿LA NAVIDAD DE LOS POBRES?


LA OTRA CARA DE  LA NAVIDAD

Como es habitual en nuestras sociedades las fiestas por Navidad se han convertido en un festín comercial, las ventas de juguetes, electrodomésticos, regalos, etc. hacen que la celebración por el Nacimiento del hijo de Dios pase a un segundo plano. Muchos dirán que es Navidad y que eso implica regalos. Nadie desconoce que los que pueden hacer todo ello es producto de su esfuerzo y trabajo, y seguramente es merecido.
Surge entonces una interrogante, ¿y los que no tienen nada? Sabemos que nuestra realidad social es esa, algunos tienen poco; muchos no tienen nada. Qué les pasará por la mente en estas fechas. Su pobreza y marginación se hace más notoria. Si los que tenemos algo, pudiéramos compartir atenuaríamos su padecimiento, no importa como paliativo para la ocasión; al menos dejarán escapar unas sonrisas en sus sufridos rostros.
Entonces, Navidad es compartir, no abrir más las brechas entre los que tienen y los que no. Dejemos de lado las cuestiones sobre las causas del porqué esa gente se encuentra en tal o cual situación, no miremos por encima del hombre a esas personas; son tan o más humanos como nosotros, les tocó vivir esta circunstancia.

12/02/2011

Argumento,personajes: El jugador (Fedor Dostoievski)


EL JUGADOR (Fedor Dostoievski)

PERSONAJES:
El general: Tenía muchas deudas, vivía esperanzado en cobrar la herencia de la abuela. Estaba enamorado de Blanche.
Paulina Alexandrovna: Está tras la herencia de la abuela, ella es muy bonita.
Blanche: Está pendiente de la fortuna del general, solo le interesa el dinero.
Mr. Astley: Está enamorado de Paulina, su rival es Alexei.
Des Grieux: Presta dinero al general, se queda con sus propiedades, lo deja en la ruina.
La Babulinka: Era Antonia Vasilievna Trasevicheva, era muy rica, es tía del general. Pierde casi toda su fortuna en el juego de la ruleta.
Alexei Ivanovich: Está enamorado de Paulina, es preceptor de los hijos del general, tiene suerte en el juego. Al final se va con Blanche, derrocha lo que gana en el juego.

ARGUMENTO:
El Uchitel trabajaba para la l trabajaba para la familia del general le consideraban como parte de su séquito. El general pasaba por un mal momento económico, pero no lo aparentaban. Alexei era tratado como un siervo, pero él no se veía así.  Alexei era muy amigo de mr. Astley porque habían coincidido varias veces en su último viaje. Mr. Astley está enamorado de Paulina, y Alexei lo sabe, él siente algo por ella, no sabe si es odio o amor. Ella lo trata como si no fuera un hombre, solo su siervo. Paulina le dio 7 federicos (700 florines) para que ganara dinero en la ruleta para ella. Toda la familia estaba esperando que se muriera la abuela (la Babulinka) por la herencia, y también estaban esperando el francés y la  Blanche, para “unirse” a la familia.
Alexei fue a jugar al casino, pero odiaba tener que jugar para otras personas, creía en la mala suerte. Con los setecientos florines, consiguió ochocientos más que se los dio a Paulina.
Paulina continuó ignorando a Alexei. Él descubrió parte del secreto de familia: El francés había sacado de apuros al general prestándole una importante suma que este debía al estado cuando presentó su dimisión. Así, el general estaba atado al francés y al mismo tiempo estaba enamorado de su prima, pero ella,  Blanche, solo le aceptaría si cobraba la herencia de la abuela.
Alexei volvió a jugar para Paulina con dos condiciones: que no iba a jugar a medias, y que le contase porque necesitaba tan urgentemente el dinero. Perdió todo el dinero y tuvo que mentir para que nadie supiera que ese dinero era de Paulina.
Paulina continuó ignorando a Alexei. Él descubrió parte del secreto de familia: El francés había sacado de apuros al general prestándole una importante suma que este debía al estado cuando presentó su dimisión. Así, el general estaba atado al francés y al mismo tiempo estaba enamorado de su prima pero ella, la. Blanche, solo le aceptaría si cobraba la herencia de la abuela.
Alexei se encontró con mr. Astley en la avenida y se fueron a tomar un café. Mr. Astley ya sabía toda la historia porque se lo había contado Paulina, que al parecer le había hecho su confidente.
Sin avisar, había llegado de Moscú  la babulinka (Antonia Vasilievna Trasevicheva. No estaba enferma. Ella sabía que deseaban su muerte para cobrar la herencia. Llegó al hotel con toda su comitiva. En general y todos se quedaron estupefactos. La abuela lo sabía todo; que él estaba en la ruina, que le debía dinero al francés, que el francés y Blanche eran unos farsantes. Después fueron al casino todos (hasta los criados) y Alexei le explicó todos los secretos del casino. La abuela apostó y ganó, empezó apostando solo con dos federicos y acabó ganando una muy importante suma.
La abuela repartió gran parte de sus ganancias entre los criados y su comitiva, y le dio limosna a todos los mendigos que vio, pero sin embargo, repitió varias veces que jamás le daría dinero al general. Decidió que iba a volver por la tarde.
Paulina le dio una carta a Alexei para que se la diese a mr. Astley. Él se la dio pero por dentro le torturaban los celos.
El general, Blanche y Des Grieux hicieron llamar a Alexei. Le pidieron, le rogaron, que hiciese algo para que la abuela no arriesgara todo su dinero en la ruleta. Mientras tanto, la abuela le esperaba para ir otra vez a la ruleta.
La abuela fue a jugar. Perdió muchísimo, una gran suma y todo el mundo estaba consternado. Ella decidió volver a Moscú y dijo a Paulina que podía irse con ella si quería, a su mansión. Pero Paulina no aceptó. La abuela no resistió la tentación y a la hora de coger el tren, no lo cogió, sino que se fue a jugar, pero volvió a perder.
Blanche renunció a casarse con el general y se fue con el príncipe, que luego resultó estar más pelado que una rata. Alexei mandó una carta a Paulina porque se sentía dolorido por su indiferencia ante él, aunque en la carta escribía que aunque solo fuera para ser su criado, él estaría siempre a su disposición.
El general le mandó llamar. Estaba completamente abatido. No decía nada coherente y no atendía a razones. Alexei temía que fuera a suicidarse. También le contó que Des Grieux se había marchado y le había dejado en la ruina. La abuela acabó por darse cuenta de que algo debía hacer y decidió irse. Para irse, tuvo que pedirle prestado dinero al inglés, que ya le devolvería al llegar a Moscú, donde le esperaba lo que aún le quedaba de su fortuna. Blanche, mientras, también preparaba su escapada, sin decírselo al general.
Paulina fue a su cuarto y le mostró a Alexei una carta de Des Grieux en la que decía que le perdonaba 50.000 francos. Ella estaba furiosa, pues Des Grieux había intentado comprarla, deseaba tener los 50.000 francos y estampárselos en la cara. Alexei pensó que Paulina le amaba y como impulsado por una fuerza extraña, fue al casino con sus veinte federicos y de una forma casi mágica, espectacular, ganó una cantidad de dinero que jamás había imaginado. Él se sentía excitado, parecía que ya no sentía amor por Paulina, parecía que amaba más el juego.
Alexei le ofreció a Paulina 50.000 francos para que se los echara a la cara al francés, pero ella es enfadó muchísimo, porque pensaba que quería comprarla. Se fue a hablar con  Blanche y ella le ofreció la posibilidad de irse con ella a París, con el dinero de él, naturalmente. La proposición era tentadora, y él aceptó. Allí ella derrochó todo el dinero.
El general fue a visitarles fue bien recibido por ella.  Blanche, decidió casarse con él, pues, tarde o temprano recibiría la herencia de La Babulinka. Al mes, Alexei se despidió y fue en busca de Mr. Astley, y luego estaba decidido a ir a Homburgo, la metrópoli del juego.
Volvió al final, a Ruletemburgo, donde estuvo en la cárcel por deudas, deudas que acabó pagando una persona misteriosa, y luego trabajó de criado. Estuvo en la completa miseria pero se recuperó y consiguió ir a Homburgo. Su vida era triste y pobre, solo pensaba en el juego y solo vivía para el juego. Se encontró con Mr. Astley, que le estaba “espiando” porque Paulina se la había pedido, ella aún le amaba. Pero mr. Astley sabía que Alexei jamás saldría de Homburgo, que estaba perdido, en resumen que ¡era un jugador!
Concluye apostando su última moneda en la ruleta.