EL FANTASMA DE
CANTERVILLE
(Oscar
Wilde)
Mister Hiram B. Otis adquirió
Canterville – Castle a una familia inglesa, pese de ser advertidos que en dicho
lugar había un fantasma algo atrevido. Mr. Otis no cree en los fantasmas, el
fantasma existente había cometido algunos hechos maléficos, era de mucho
respeto. Al llegar a la propiedad la familia Otis son recibidos por la Sra.
Ummey, quien se desempeñaba como ama de llaves de la finca.
Hiram Otis y Lucrecia Otis,
esposos tienen cuatro hijos: Washington, el mayor, Virginia, la del medio y los
gemelos llamados Estrellas y Bandas.
Mr. Otis se da cuenta que al lado
de la chimenea hay una mancha de sangre, la Sra. Ummey les dice que no se puede
remover con nada, en ese lugar Simon Canterville había matado a Leonor Canterville.
Sin hacerse problemas, Washington limpia la mancha ante el asombro de la Sra.
Ummey y el propio fantasma.
Durante varios días de la estadía
de la familia Otis, le hacen la vida imposible al fantasma. Una noche hizo
sonar sus cadenas, Mr. Otis le dio un frasco de aceite para máquinas, el
fantasma sale corriendo, los gemelos aprovechan el barullo y le dan con las almohadas.
Un día le arrojan una cubeta con agua, el fantasma queda muy enfermo por muchos
días.
El fantasma decide vengarse de
los Otis, menos de Virginia quien le cayó en simpatía. Llega a la propiedad el Duque
Stilton quien pasea por las praderas con Virginia.
Virginia tiene un encuentro con
el fantasma quien le cuenta su desgracia, no podía descansar en paz, ni
siquiera podía llorar, ya no tenía lágrimas ni fe. Virginia oraría y lloraría
por él. El fantasma lleva a Virginia a una cueva en la mansión, allí le dio una
cajita con joyas. La familia estaba desesperada, buscaban a Virginia, ella
aparece en una grieta de la pared y les dice que ayudó al fantasma a descansar
en paz.
Mr. Otis quiere devolver las
joyas y le pide al casero que Virginia se quede con la cajita de madera. Virginia
había aprendido del fantasma el valor de la vida.