EL JUGADOR (Fedor Dostoievski)
PERSONAJES:
El general: Tenía muchas deudas, vivía esperanzado en cobrar
la herencia de la abuela. Estaba enamorado de Blanche.
Paulina Alexandrovna: Está tras la herencia de la abuela, ella es muy bonita.
Blanche: Está
pendiente de la fortuna del general, solo le interesa el dinero.
Mr. Astley: Está
enamorado de Paulina, su rival es Alexei.
Des Grieux: Presta
dinero al general, se queda con sus propiedades, lo deja en la ruina.
La Babulinka: Era Antonia
Vasilievna Trasevicheva, era muy rica, es tía del general. Pierde casi toda su
fortuna en el juego de la ruleta.
Alexei Ivanovich:
Está enamorado de Paulina, es preceptor de los hijos del general, tiene suerte
en el juego. Al final se va con Blanche, derrocha lo que gana en el juego.
ARGUMENTO:
El Uchitel trabajaba para la l trabajaba para la familia del
general le consideraban como parte de su séquito. El general pasaba por un mal
momento económico, pero no lo aparentaban. Alexei era tratado como un siervo,
pero él no se veía así. Alexei era muy
amigo de mr. Astley porque habían coincidido varias veces en su último viaje.
Mr. Astley está enamorado de Paulina, y Alexei lo sabe, él siente algo por
ella, no sabe si es odio o amor. Ella lo trata como si no fuera un hombre, solo
su siervo. Paulina le dio 7 federicos (700 florines) para que ganara dinero en
la ruleta para ella. Toda la familia estaba esperando que se muriera la abuela
(la Babulinka) por la herencia, y también estaban esperando el francés y la Blanche, para “unirse” a la familia.
Alexei fue a jugar al casino, pero
odiaba tener que jugar para otras personas, creía en la mala suerte. Con los
setecientos florines, consiguió ochocientos más que se los dio a Paulina.
Paulina continuó ignorando a Alexei. Él
descubrió parte del secreto de familia: El francés había sacado de apuros al
general prestándole una importante suma que este debía al estado cuando
presentó su dimisión. Así, el general estaba atado al francés y al mismo tiempo
estaba enamorado de su prima, pero ella, Blanche, solo le aceptaría si cobraba la
herencia de la abuela.
Alexei volvió a jugar para Paulina con
dos condiciones: que no iba a jugar a medias, y que le contase porque
necesitaba tan urgentemente el dinero. Perdió todo el dinero y tuvo que mentir
para que nadie supiera que ese dinero era de Paulina.
Paulina continuó ignorando a Alexei. Él
descubrió parte del secreto de familia: El francés había sacado de apuros al
general prestándole una importante suma que este debía al estado cuando
presentó su dimisión. Así, el general estaba atado al francés y al mismo tiempo
estaba enamorado de su prima pero ella, la. Blanche, solo le aceptaría si
cobraba la herencia de la abuela.
Alexei se encontró con mr. Astley en la
avenida y se fueron a tomar un café. Mr. Astley ya sabía toda la historia
porque se lo había contado Paulina, que al parecer le había hecho su
confidente.
Sin avisar, había llegado de Moscú la babulinka (Antonia Vasilievna Trasevicheva.
No estaba enferma. Ella sabía que deseaban su muerte para cobrar la herencia.
Llegó al hotel con toda su comitiva. En general y todos se quedaron
estupefactos. La abuela lo sabía todo; que él estaba en la ruina, que le debía
dinero al francés, que el francés y Blanche eran unos farsantes. Después fueron
al casino todos (hasta los criados) y Alexei le explicó todos los secretos del
casino. La abuela apostó y ganó, empezó apostando solo con dos federicos y
acabó ganando una muy importante suma.
La abuela repartió gran parte de sus
ganancias entre los criados y su comitiva, y le dio limosna a todos los
mendigos que vio, pero sin embargo, repitió varias veces que jamás le daría
dinero al general. Decidió que iba a volver por la tarde.
Paulina le dio una carta a Alexei para
que se la diese a mr. Astley. Él se la dio pero por dentro le torturaban los
celos.
El general, Blanche y Des Grieux
hicieron llamar a Alexei. Le pidieron, le rogaron, que hiciese algo para que la
abuela no arriesgara todo su dinero en la ruleta. Mientras tanto, la abuela le
esperaba para ir otra vez a la ruleta.
La abuela fue a jugar. Perdió
muchísimo, una gran suma y todo el mundo estaba consternado. Ella decidió
volver a Moscú y dijo a Paulina que podía irse con ella si quería, a su
mansión. Pero Paulina no aceptó. La abuela no resistió la tentación y a la hora
de coger el tren, no lo cogió, sino que se fue a jugar, pero volvió a perder.
Blanche renunció a casarse con el
general y se fue con el príncipe, que luego resultó estar más pelado que una
rata. Alexei mandó una carta a Paulina porque se sentía dolorido por su
indiferencia ante él, aunque en la carta escribía que aunque solo fuera para
ser su criado, él estaría siempre a su disposición.
El general le mandó llamar. Estaba
completamente abatido. No decía nada coherente y no atendía a razones. Alexei
temía que fuera a suicidarse. También le contó que Des Grieux se había marchado
y le había dejado en la ruina. La abuela acabó por darse cuenta de que algo
debía hacer y decidió irse. Para irse, tuvo que pedirle prestado dinero al
inglés, que ya le devolvería al llegar a Moscú, donde le esperaba lo que aún le
quedaba de su fortuna. Blanche, mientras, también preparaba su escapada, sin
decírselo al general.
Paulina fue a su cuarto y le mostró a
Alexei una carta de Des Grieux en la que decía que le perdonaba 50.000 francos.
Ella estaba furiosa, pues Des Grieux había intentado comprarla, deseaba tener
los 50.000 francos y estampárselos en la cara. Alexei pensó que Paulina le
amaba y como impulsado por una fuerza extraña, fue al casino con sus veinte
federicos y de una forma casi mágica, espectacular, ganó una cantidad de dinero
que jamás había imaginado. Él se sentía excitado, parecía que ya no sentía amor
por Paulina, parecía que amaba más el juego.
Alexei le ofreció a Paulina 50.000
francos para que se los echara a la cara al francés, pero ella es enfadó
muchísimo, porque pensaba que quería comprarla. Se fue a hablar con Blanche y ella le ofreció la posibilidad de
irse con ella a París, con el dinero de él, naturalmente. La proposición era
tentadora, y él aceptó. Allí ella derrochó todo el dinero.
El general fue a visitarles fue bien
recibido por ella. Blanche, decidió
casarse con él, pues, tarde o temprano recibiría la herencia de La Babulinka. Al
mes, Alexei se despidió y fue en busca de Mr. Astley, y luego estaba decidido a
ir a Homburgo, la metrópoli del juego.
Volvió al final, a Ruletemburgo, donde
estuvo en la cárcel por deudas, deudas que acabó pagando una persona
misteriosa, y luego trabajó de criado. Estuvo en la completa miseria pero se
recuperó y consiguió ir a Homburgo. Su vida era triste y pobre, solo pensaba en
el juego y solo vivía para el juego. Se encontró con Mr. Astley, que le estaba
“espiando” porque Paulina se la había pedido, ella aún le amaba. Pero mr.
Astley sabía que Alexei jamás saldría de Homburgo, que estaba perdido, en
resumen que ¡era un jugador!
Concluye apostando su última moneda en
la ruleta.