5/14/2012

ARGUMENTO: LA REBELIÓN (Rómulo Gallegos)


LA REBELIÓN
Rómulo Gallegos
Juan Lorenzo tenía 5 años cuando ocurrió el asesinato de su padre, el comandante Carlos Gerónimo Figueroa, conocido como Mano Carlos, quien había sido asesinado por Julián Camejo, porque le había quitado su mujer.
Pasaron los días y Efigenia, esposa de Mano Carlos sin saber qué hacer, encarga a su compadre que vaya a Caracas a preguntar a sus tías Antonia y Mercedes para que la reciban,  su compadre no trae buenas noticias, pues ellas en respuesta le habían contado la historia de Efigenia, que ella, producto de una infidelidad de su padre, había sido muy ingrata después de que ellas la recibieron tras la muerte de su madre, pues Efigenia había escapado con Mano Carlos.
Su compadre hace una comparación de sus tías con unas macaureles, lo cual causa mucha risa a Juan Lorenzo. Decidida Efigenia decide ir a Caracas donde sus tías y su compadre se ofrece a llevarla, pues el había hecho un promesa a Mano Carlos de que la cuidaría.
Rumbo  a Caracas, Juan Lorenzo estaba muy emocionado pues quería conocer a las famosas macaureles, llegan a su casa y Efigenia siente una gran melancolía pues esa casa le recordaba su infancia, pero sus tías no querían recibirla, se burlaban de la carreta en que vino y fingían no estar. Una vez que se marcha su compadre, sus tías la reciben con abrazos y llantos pues la habían extrañado, el mismo recibimiento para su hijo, pasaban los días y la visita constante de un caballero era un poco extraña, él era el señor Noguera, el cual Juan Lorenzo había visto que le daba dinero a Antonia, una de sus tías, pero no había visto problema en esto, al cabo de cierto tiempo el señor Noguera falleció y la tristeza era muy grande, todo continuó su curso normal , pero después se dio a conocer el misterio de las Cedeño, un misterio de orden económico, pues sorprendentemente sin ningún esfuerzo el dinero aparecía diariamente pero nadie sabía de dónde, hasta que la muerte del señor Noguera lo hizo saber y es que él invertía su dinero y con el producto es que vivían.
Los tiempos malos se venían, los pocos ahorros ya no abastecían por eso a Efigenia se le ocurrió coser, pero Antonia rechazó la idea, luego a Mercedes  se le ocurrió hacer quesadillas, lo cual Antonia también rechazó, por el miedo a la vergüenza de ser buena familia. Pero con los tiempos difíciles Antonia terminó cediendo, y se les ocurrió que para que la gente no hable, sería Juan Lorenzo quien vendería las quesadillas con discreción, lo cual Juan Lorenzo no cumplió, pues todos los vecinos se terminaron enterando de  su negocio de quesadillas.
Los años transcurrieron rápidamente y Juan Lorenzo había crecido, ya no era ese niño tierno que jugaba con sus amigos, ahora era un joven rudo, fuerte, respetado por todos  y famoso por sus cabezazos, pues bajo el ejemplo callejero, había adquirido los modales groseros del padre, que al igual que el lo llamaban Mano Juan, que por llamarle hermano le decían Mano Juan, esta coincidencia aterraba a su madre, pues sentía que el pasado volvía.
Juan Lorenzo no hace caso a nadie y para de pelea en pelea, pero un día es preso de un ataque de epilepsia y a consecuencia de eso estuvo una semana en cama, de este modo acaba con su prestigio y pasa a formar parte de una leyenda, se sospechaba que solamente Gregorio, el Maneto,  podía rivalizar con él, pero no lo hacían puesto que de chicos eran amigos, ya que el Maneto era hijo de una antigua lavandera de las Cedeño. Al paso del tiempo, la cuerda del Capitolio hacía visitas constantes a Mano Juan, pues querían ganárselo al partido, él se dejó seducir y le cogió gusto a esa vida refinada, las Cedeño estaban sorprendidas, pues habían visto el cambio en Mano Juan.
Esta cuerda del Capitolio era dirigida por los Arizaleta, ante los cuales Mano Juan agachaba la cabeza pues reconocía su inferioridad por la pobreza e inteligencia de su parte, por tanto se plegaba a su voluntad. Mano Juan se encontraba lleno de ambiciones y cierta noche asiste a un baile en la casa de los Arizaleta y es deslumbrado por todo el lujo que había, pero se olvida de ello cuando ve a Mary, hermana de los Arizaleta, a quien había conocido una tarde que entró a dejar libros a la casa de los Arizaleta, logrando así entablar una corta conversación con ella.
Mano Juan se retira del baile lleno de pensamientos raros, pues sentía ternura por Mary, pero a la vez rabia a la cual no encuentra la causa, de pronto se encuentra con el Maneto, que viene con unos de su cuerda, después de haber hecho alguna fechoría. Maneto se comienza a burlar de Mano Juan y le hace recordar el pasado de su familia a lo cual Mano Juan responde con cabezazos, con lo cual Maneto se rinde y Mano Juan con un gesto de asco encara a los compañeros de Maneto, pero ninguno se mete con él, Mano Juan les da la espalda insultándolos, es así como Juan Lorenzo, un hombre de la plebe al romper con el Maneto, se rebeló contra su casta.