9/14/2012

Todos santos, día de muertos (Octavio Paz)

TODOS SANTOS, DÍA DE MUERTOS (Apreciación crítica)
(Octavio Paz)

"Todos Santos, Día de muertos", pertenece al libro de Octavio Paz El laberinto de la soledad; es un ensayo enmarcado a observar las celebraciones fastuosas, sin mesura de la sociedad mexicana.
El pueblo mexicano es una sociedad mística, donde sus celebraciones son “sagradas” para los habitantes, su deseo de diversión va más allá de lo razonable. Es capaz de dejar de lado sus responsabilidades, su salud para estar presente en todo tipo de reuniones de carácter público.
Las celebraciones son rituales, así se le podría decir, son tan importantes para su cultura personal que no puede dejar de pasar  la oportunidad de celebrar y divertirse.
Paz sostiene: “El mexicano ama las fiestas y las reuniones públicas”, el aspecto religioso está vinculado estrechamente con las celebraciones. Hasta los pueblos más recónditos de México tienen sus propias costumbres y tradiciones, es muy probable que la fiesta de los muertos tenga un lugar preponderante dentro de las celebraciones; luego, de la Virgen de Guadalupe.
Ni las carencias económicas, sociales imposibilitan su conmemoración. Hay poblados que orientan sus recursos con prioridad a los festejos que a su propio beneficio. Está en el alma de los mexicanos ser así. Si la fiesta es en el medio de la semana, mucho mejor; se podrá cerrar la semana alegóricamente. Y, si no hay para la comida, por ningún motivo se dará una dicotomía; primero la festividad.
Si se podría poner un sinónimo al mexicano cuando se divierte, nos atreveríamos a decir, sin exageración que es bebida (tequila, cerveza), color, comida, juegos, riñas, amoríos, infidelidades, frenesí. Luego de participar con euforia en convites, le toma algo de tiempo retomar su rumbo como persona que pertenece a una sociedad que quiere cambiar y mejorar.