“MARÍA”
Jorge Isaacs
Los padres de Efraín querían que tenga mejores oportunidades
en la vida, lo envían a estudiar a Bogotá, tras largos 7 años regresa al lugar
donde pasó su infancia. Allí, María se había convertido en una mujer muy bella,
Efraín quedó pasmado al verla.
Lo sorpresa también afectó a María, se conocían como
y desde niños, la admiración entre ambos jóvenes era mutua.
María era una prima algo lejana de la familia. Su
madre había fallecido de una penosa enfermedad. Lamentablemente, aquella
preciosa niña tenía ya los padecimientos de esos terribles males.
Sin embargo, la dicha entre Efraín y María se
revelaba cada vez con mayor intensidad. Efraín pasaba su tiempo visitando los
fundos de la familia, a sus amigos, iba de cacería; llevaba una vida normal.
Su padre tenía planes para él, lo enviarían a
estudiar medicina a Londres, tendría que separarse de su amada por mucho
tiempo, el dolor y la tristeza se apoderaron de los jóvenes enamorados. Efraín
hizo todo lo posible por cambiar la decisión de su padre, no había marcha
atrás; tenía que ser médico.
Las flores marcaban la existencia de Efraín, le
gustaban mucho a ella. Quedaron en escribirse con frecuencia y así fue. Efraín
recibía la correspondencia de María acompañada de pétalos de flores, él sentía
mucha felicidad, a pesar de la distancia y el tiempo.
En una de las ocasiones, Efraín recibe una carta de
su padre, María está muy enferma, tiene que partir. La travesía de vuelta fue
muy dolorosa, él conocía el mal de María, debía de apurarse. Después de muchos
contratiempos, puede llegar, es muy tarde, los últimos hálitos que dio maría se
referían al amor que no llegaba, Efraín. Encontró en una caja, las trenzas de
ella, sus vestidos, las cartas. Efraín con el corazón destrozado se dirige a la
tumba de María para recordar las alegrías de lo vivido con ella.