LA VUELTA AL MUNDO EN OCHENTA
DÍAS
(Julio Verne)
I PARTE
1. Phileas Fogg era un inglés
notable de muy buenos modales, pasaba la mayoría del tiempo en quehaceres
personales, de diversión; no tenía muchas responsabilidades. Para muchos amigos
y personas que lo conocías no se explicaban cuál era su manera de ganarse la
vida. Pasaba gran parte de su vida en el casino jugando cartas con sus amigos,
era muy apreciado y respetado. Según se supo, conocía, tal vez, todo el mundo
era asediado por los viajeros para que los oriente en sus viajes.
2. Con una disculpa tonta despidió
a un “ayudante” que hacía todas las cosas que le pedía Fogg. Al termina su
vínculo laboral con Forster contrató inmediatamente a Francis Passepatout,
quien “tenía” algunas raíces francesas, la supuesta elegancia de Francis agradó
mucho a Fogg, tomó sus servicios.
3. Fogg era muy meticuloso es sus
asuntos, no dejaba nada al azar, todo lo controlaba y organizaba; Francis
estaba encantado con eso, compartía muchas de las costumbres de Fogg, se
identificó rápidamente con las ideas de este inglés.
4. Cierto día la sociedad
londinense se vio afectada grandiosamente, el banco había sido robado, los
testigos hicieron un retrato del bandido, allí quedó todo, en algunos días no
se volvió a tratar el tema.
5. En una conversación en el club,
Fogg apuesta a uno señores que podría dar la vuelta al mundo en ochenta días,
sus interlocutores Andrew Stuart, John Sullivan, Thomas Flanagan y Gauthier
Ralph. Para ellos la audacia de Phileas les pareció un lance irónico, mas Fogg
lanzó una apuesta que los señores no pudieron dejarla pasar por alto; serían 20
mil libras. A pesar de los deseos de los hombres de hacer desistir a Phileas,
éste se mantuvo firme; la apuesta quedó sellada como caballeros ingleses. Fogg
habría invertido en la apuesta la mitad de su “fortuna”, la otra parte la
gastaría en los gastos que ocasione la travesía alrededor del mundo. Fogg
debería culminar su viaje el sábado 21 de diciembre a las 8: 45 p.m.,
completando su viaje alrededor del mundo en ochenta días
6. En un comienzo la prensa inglesa
trató con asombro la aventura de Fogg, luego de muchos análisis periodísticos
se llegó a la conclusión que tal viaje carecía de fundamento de cálculo en las distancias
y en el tiempo; era irrealizable, mucho trataron a Fogg que había perdido la
razón. Muy a pesar de ello, Fogg se embarcó en su travesía, lo acompañó su fiel
servidor Francis Passepatout.
7. Solo hubo una persona luego del
maltrato de la prensa que, creía en Phileas Fogg, lord Albermale quien apostó 5
mil libras a que lo lograría. Con estos aderezos se inició la osada aventura de
Phileas Fogg. En esas horas cuando Fogg había partido a Bombay (India) llegó un
telegrama donde tenían por sospechoso del latrocinio del banco a Phileas, muchos
se asombraron, habían algunas coincidencias en las descripciones de los
testigos. El Bombay la policía no pudo detenerlo, la orden desde Londres no
había llegado, Fogg y su acompañante siguieron su viaje. A ellos se les unió el
Brigadier sir Francis Cromarty.
8. La curiosidad de Passepatout le
pasó factura, desconociendo las costumbres hindúes, él entro a una pagoda
(especie de templo) sin haberse sacado los zapatos, para su cultura eso era una
gravísima falta. Tuvo que luchas encarnizadamente con cuatro monjes quienes le
arrebataron el calzado, Passepatout pudo apenas huir y llegar a la estación del
tren donde lo esperaba Fogg para continuar el viaje.
9. Al acabarse las líneas del tren
los pasajeros debieron continuar su viaje a pie hasta el próximo paradero, eso
le costaría mucho tiempo, Fogg pagó 2 mil libras por un elefante y contrató a
un guía. En el camino se encontraron con una procesión que llevaba a una mujer
que era jalada a un suplicio, ellos decidieron ayudar a la mujer; se ponía en
peligro los tiempos que Fogg cuidaba celosamente.
10. Cuando la mujer iba a ser
quemada, Passepatout apareció entre las llamas y rescató a la mujer, ella se
dirigió a Hong Kong, allí tenía familia que la podía ayudar. Luego de usar el
elefante en su corta pero increíble aventura lo regaló al guía, quien quedó muy
feliz por el presente.
II PARTE
1. Los viajeros tuvieron que
presentarse contra de su voluntad a una audiencia judicial, estaban requeridos
por el delito cometido por Passepatout (incidente en una pagoda de la India).
Allí reciben una condena severa para la falta cometida. Tuvieron que desembolsar
dos mil libras.
2. Fogg y sus acompañantes se
dirigían en el vapor Rangoon hacia Hong Kong, Fix su cancerbero lo viajaba con
ellos de incógnito. Se suponía que la orden para su detención ya estaría en esa
ciudad cuando el barco llegara a su destino.
3. Passepartout estaba convencido,
luego de conversar con Fix que éste era una especie de espía de los apostadores
en Londres, decidió seguirle la corriente para ver las actitudes del hombre de
la ley.
4. Antes de partir hacia América,
los aventureros se detuvieron en Yokohama (Japón) de donde emprendieron el
viaje al nuevo continente. Increíblemente, Fix seguía en su persecución, se
había convertido en una obsesión el arresto de Phileas Fogg.
5. Luego de muchos entretelones,
logran contratar un barco que los llevaría a Liverpool (Inglaterra), en el
trayecto los enteran por los tripulantes que no podrían llegar a su destino,
Fogg decide comprar el buque. Fogg con una jugada maestra se había hecho antes
de la capitanía del barco.
6. Fogg llegó a tiempo a Liverpool,
lamentablemente sucedió lo inesperado, la orden para su detención ya estaba
allí, Fix apresó a Fogg. Los viajeros estaban desolados, la apuesta estaba
perdida.
7. Fogg con mucha furia golpea a
Fix, su detención fue un error, una confusión. Emprende su viaje a Londres,
lamentablemente para él llegó tarde; estaba abatido y se retiró a su vivienda
con Passepartout y la Sra. Auoda.
8. Ya en casa, Auoda y Fogg se
confiesan su amor y deciden casarse, envían entonces a Passepartout en busca
del reverendo solicitándole la fecha para el matrimonio, en ese instante se
percata que estaban con un día de adelanto. Passepartout raudamente se dirige a
casa y lleva a empellones a Fogg, llegando a la hora establecida.
9. Fogg había ganado la apuesta,
dio la vuelta al mundo en ochenta días, no ganó más de lo que invirtió en la
travesía; pero encontró a la compañera que le hacía falta.