9/17/2011

Argumento: La piedra y la cruz (Ciro Alegría)


LA PIEDRA Y LA CRUZ
(Ciro Alegría)

Dos jinetes muy diferentes se desplazaban seguros por laderas peligrosas de la sierra del norte del Perú. Uno indio curtido por el frío, experimentado viajero y guía, creyente es sus devociones; y el otro, un niño, hijo del patrón, blanco como la nieve, pero en lo profundo de él corría sangre indígena.
El guía temor y dudas sobre la resistencia del niño al frío y altura, él, orgulloso como su padre, minimizó lo que le podía pasar. El niño siempre caminaba tras el guía.
Luego de haber transitado un tiempo se encontraron con unos arrieros, éstos les dieron cañazo para menguar el frío de las alturas, prosiguieron el viaje tomando un camino difícil y tenebroso, hecho a punto de pico y dinamita, a un costado un abismo esperaba a los inseguros y temerosos, los caballos se mostraron comprometidos con los jinetes.
El indio se bajó del caballo a buscar piedras, ofreció una al niño, éste la despreció, recordó las palabras de su padre: “son costumbres de cholos”, el guía volvió a sugerir al niño la piedra diciéndole que los blancos también las llevaban con devoción. Le contó del Juez del pueblo, Dr. Rivas, a quien vio dejar su piedra; y también sobre un tal Montuja, que se burló de la Cruz, un rayo le cayó, ahí quedó.
El indio untó en el rostro del niño grasa para tratar los cueros, el frío era implacable, ahora caminaban para poder entrar en calor. Al llegar al pedrerío, el niño observó la ceremonia de ofrecimiento de la piedra, parecía que el indio oraba, le conmovió. Después de tanto apreciar e impávido ante miles de piedras, cogió la que trajo el guía para él y la dejó junto a las demás.