9/06/2011

EL COSTUMBRISMO EN EL PERÚ


EL COSTUMBRISMO, Es una corriente literaria que se expresa en el Perú en la primera etapa de la vida republicana, desde la victoria final de los patriotas en Ayacucho hasta mediados del siglo XIX. La literatura costumbrista describe una sociedad en transición, pues subsisten aún moldes y usos coloniales en las clases altas, pero la independencia había hecho surgir conflictos producto de las desigualdades sociales. El costumbrismo es una de las opciones literarias que se halla en búsqueda de la expresión nacional, en una época de aprendizaje y formación, como fueron las primeras décadas en el sistema republicano. Abarcó el largo período en el cual se dieron las distintas manifestaciones del panorama político de los días agitados por las luchas caudillistas y las dictaduras. Se caracteriza por su apego a la realidad, descritas con tono de humor y satírico. Los principales representantes de esta corriente son:

MANUEL ASCENCIO SEGURA (1805-1871)
Nació en Lima el año de 1805. Su padre perteneció al ejército español e hizo que siguiese la carrera militar como cadete del ejército realista. Su familia residió en Huancavelica.
Peleó como parte del ejército realista en la Batalla de Ayacucho. Después, siguió en nuestro ejército -alcanzando el grado de sargento mayor- hasta 1841. Cesa en el ejercicio de las armas e ingresa a la burocracia como empleado del Ministerio de Hacienda. Contrajo matrimonio con María Josefa Fernández de Viena.
Inició sus actividades literarias con El Sargento Canuto y la novela Gonzalo Pizarro publicada en El Comercio (1839). Funda el diario "La Bolsa", también en 1841. En este medio de comunicación publica sus artículos y poesías costumbristas. Más adelante, crea "El Moscón", semanario en el que predominaría la sátira y la burla. También dirigió "El Cometa".En 1858 dejó la administración pública, concurre a las veladas literarias convertido ya en centro de la intelectualidad. Así transcurre su vida, entre la actividad periodística y animadas tertulias. Muere en 1871.
Producción Literaria
Segura cultivó tres géneros en sus obras: lírico, épico y dramático.
Lírico:
Escribe versos satíricos como A las muchachas y La peli-muertada, dirigidas contra Santa Cruz y Felipe Pardo y Aliaga.
Dramático:
Produjo sainetes y comedias. Son sainetes Lances de Amancaes y El Cacharpari y como comedia consideramos a El sargento Canuto, obra en que ridiculiza las bravuconadas de un militar inculto y fanfarrón. La saya y el manto(1842) se ocupa de un solicitante de empleo público que, para lograrlo, enamora a una joven para que ella interceda por él. También contamos a Ña Catita (1845)
ÑA CATITA (M.A. Segura)
Personajes Principales:
Ña Catita (Amiga intima de doña Rufina), Doña Rufina (Madre de Juliana), don Jesús (Padre de Juliana), Juliana, Manuel (Enamorado de Juliana), don Alejo (Pretendiente de Juliana), Juan (Amigo de la familia), Mercedes (Criada de la familia) y el Criado.
Ña Catita es una anciana que no puede vivir sin el chisme.
Ella no puede estar tranquila si no habla de la vida de los demás. Ña Catita siempre visita a doña Rufina, para convencerla de que su hija Juliana se case con el anciano don Alejo. Don Jesús, padre de Juliana y marido de Rufina, al enterarse de que quieren casar a su hija con don Alejo, un anciano adinerado, se opone rotundamente a ese enlace matrimonial, por que le parece la noticia mas tonta que ha escuchado en toda su vida. Don Jesús desea con todo su corazón que su adorada hija Juliana se case con el apuesto joven Manuel, a quien cría y protege.
Ña Catita llevo la discordia a la familia de Juliana. Don Jesús y doña Rufina discuten acaloradamente sobre el futuro de su hija, cada uno defiende su punto de vista. Rufina le dice a su marido que don Alejo goza de una gran fortuna y con él está asegurado su futuro para siempre y le dice que realmente esta asombrada por sus poses aristócratas y distinguidas.
En cambio, don Jesús no está de acuerdo con la idea de su mujer, por que don Alejo no le cae bien y se lo hace notar. Más bien le dice que el muchacho Manuel es bueno y le cae bien, le sugiere a su mujer de que no sería una mala idea que ambos muchachos se casen porque están enamorados.
A Rufina no le gusta esa idea. Ña Catita saca provecho de estas situaciones. Ña Catita sigue azuzando a doña Rufina para que imponga su voluntad y no la de su marido. Ña Catita, por otro lado, mete en la cabeza de ambos jóvenes la idea de que se fuguen y defiendan su amor.
Aconseja a doña Rufina que abandone a su esposo, en complicidad con don Alejo. Cuando están dispuestos a abandonar la casa, doña Rufina por su lado, y la pareja de enamorados, Manuel y Juliana por el suyo, aparece don Jesús y se da cuenta de los intentos de fuga. Don Jesús monta en cólera y empiezan nuevamente las discusiones sumamente alteradas.
En ese momento llega un amigo de la familia, al ver a don Alejo, le entrega un recado y le dice: “traigo una carta de su esposa”.
Al escuchar esto, dijo que no era casado; pero don Alejo no logró convencer a los padres de Juliana. Doña Rufina entristecida, bota de su casa a don Alejo; lo mismo hizo don Jesús con Ña Catita y le dice que nunca m{ás vuelva aponer los pies en su casa. Rufina pide perdón a su esposo y ambos aceptan el matrimonio de Manuel y Juliana.
SARGENTO CANUTO (M.A. Segura)
PERSONAJES:
·         Don Sempronio, padre de familia de clase media, aficionado de la tauromaquia.
·         El Sargento Canuto, militar fanfarrón, engreído y charlatán, galanteador de doña Jacoba.
·         Doña Jacoba, hija de don Sempronio.
·         Doña Nicolasa, hermana de doña Jacoba, llamada afectivamente “Colasa”.
·         Pulido Cerezo, joven pretendiente de Jacoba.
·         Cazoleta, soldado cuartelero, amigo y subordinado de Canuto.
·         Don Juan, amigo de Pulido y pretendiente de doña Nicolasa.
·         El escribano Sigismundo.
·         Tarima, ayudante del escribano.
·         Camote, sirviente de la casa de don Sempronio.

La comedia se inicia cuando la señorita Jacoba le cuenta su desgracia a su hermana Nicolasa: el sinvergüenza del sargento Canuto anda galanteándola constantemente y se atreve incluso a celarla, como si ella fuese ya su novia. Efectivamente, el sargento Canuto está muy enamorado de ella y la visita frecuentemente. Sin embargo, Jacoba ama en secreto al joven Pulido y rechaza al militar atrevido. Don Sempronio apoya al sargento Canuto y le dice que no tiene ningún inconveniente en que se case con su hija Jacoba. Y es que el padre veía en aquel enlace una oportunidad de ascender socialmente, pues Canuto prometía escalar imparablemente hasta General.
De pronto llega Pulido, quien confronta a Canuto y lo reta a batirse con pistolas, pero Canuto se acobarda y evita el enfrentamiento, aduciendo que él solo se batía con fusil, en campo de batalla.
Cuando aparece don Sempronio en escena, el sargento Canuto vuelve a cobrar “valentía” y ambos acuerdan cerrar el contrato de matrimonio. Jacoba se niega a aceptarlo, pero don Sempronio le dice a su hija que tiene que acatar su decisión, y ordena llamar al escribano para sellar de una vez el contrato. Contento por lo acordado, Canuto se retira. Mientras tanto, Pulido y Jacoba intentan hacer cambiar su decisión a don Sempronio, aunque inútilmente.
El sargento Canuto vuelve acompañado de un soldado llamado Cazoleta, a quien deja en la puerta, armado con una bayoneta, con la misión de no dejar pasar a nadie mientras se realice la ceremonia, exceptuando al escribano, que ya estaba en camino.
Canuto teme que el joven Pulido eche a perder su boda y exige que se retire. Pulido se va, aunque llega a decir que su rival no se saldría con la suya. Al poco rato regresa acompañado de Juan (el pretendiente de Nicolasa), pero disfrazados, de escribano y secretario, respectivamente.
Cuando Canuto cree que ya se iba a cumplir su sueño más ansiado (casarse con Jacoba), Pulido se descubre y logra desarmar a Cazoleta, aprovechando un descuido de éste. Sorprendido, Canuto no se atreve a reaccionar y trata de apaciguar a Pulido con demostraciones de amistad.
Al poco rato aparece don Sigismundo, el escribano, que viene acompañado de su ayudante Tarima. Se les informa que deben dar fe del matrimonio de Jacoba con Pulido. El sargento intenta protestar pero Pulido no lo deja hablar y lo echa fuera. Sin oponer resistencia física, Canuto y Cazoleta se retiran no sin antes amenazar con volver con un batallón para vengarse (lo cual es otra demostración de cobardía). Don Sempronio comprende finalmente su gran error y acepta el matrimonio de sus dos hijas: Jacoba con Pulido y Nicolasa con Juan.

FELIPE PARDO Y ALIAGA (LIMA, 11 DE JUNIO DE 1806- LIMA, 24 DE DICIEMBRE DE 1868)
Fue un poeta satírico, dramaturgo, abogado y político peruano. Perteneciente a la elite aristocrática limeña, fue junto con Manuel Ascencio Segura el representante más importante del costumbrismo en los inicios de la literatura peruana republicana. Examinó y juzgó con severidad la realidad peruana a través de sus comedias y artículos costumbristas; entre estos últimos es más celebrado y recordado el titulado "Un viaje" (más conocido como "El viaje del niño Goyito"). Fue severo crítico de las costumbres populares que consideraba bárbaras y repelentes. También orientó sus críticas hacia los hábitos de los políticos, la falta de civismo y la ambición personalista de sus gobernantes. Fue un convencido de que mediante la literatura se podía lograr el cambio del país. Su crítica hacia la sociedad peruana suele tenerse por extranjerizante y anticriollista, aunque una lectura más detenida de su obra revela un profundo amor e interés por su patria. Participó en la tormentosa vida política peruana posterior a la independencia, defendiendo siempre las causas conservadoras. Llegó a ser diplomático y ministro de los presidentes Felipe Santiago Salaverry, Manuel Ignacio de Vivanco y Ramón Castilla. También llegó a trabajar como profesor de idioma, literatura y derecho.
FRUTOS DE LA EDUCACIÓN (Pardo y Aliaga)
Personajes
·         Don Feliciano, rezongón y oportunista, padre de Pepita.
·         Doña Juana, esposa de don Feliciano, matrona de débil carácter.
·         Pepita, frívola joven limeña, aficionada al baile de la zamacueca.
·         Don Eduardo, rico comerciante inglés, pulcro y atildado, novio de Pepita.
·         Bernardo Perales, o simplemente “Bernardito”, sobrino de don Feliciano y pretendiente de Pepita. Es un joven lleno de los defectos y vicios de la nueva generación.
·         Don Manuel, hermano de doña Juana
·         Perico, negro bozal

Don Feliciano, su esposa doña Juana y la hija soltera de ambos, Pepita, conforman una típica familia de clase alta de Lima, pero sin mayores luces. Don Feliciano, en vista de haber dispuesto de los bienes de su sobrino Bernardo, propone a su esposa doña Juana, casar a Pepita con el dichoso sobrino, a fin de salir de los aprietos en que encuentra. Doña Juana acepta resignadamente la sugestión marital. Pero don Manuel, hermano de la abnegada madre, trae una noticia singular: El inglés don Eduardo, rico comerciante, está prendado de los encantos de Pepita y la quiere para esposa. Sin muchos rodeos, y presente el atildado galán, se acuerda el matrimonio. Madre e hija se cotizan muy alto y suben los bonos de sus sueños. Asisten al sarao de una marquesa amiga; y en ella, doña Pepita luce sus cualidades de eximia bailarina, zapateando a los delirantes acordes de una zamacueca. Este hecho lesiona profundamente el afecto de don Eduardo, quien rompe el formal compromiso. Don Feliciano apela a su perdida esperanza: Bernardito. Llega Perico, un negro bozal, y le entrega una carta. Es de Bernardo. Dice que se va y que pronto le iniciará juicio para la restitución de sus bienes. Termina Perico diciéndole “¡oh desastre!” que el tal Bernardito tiene por amante una mulata y en ella varios hijos, algo que en aquella época era muy mal visto. Lloran las dos mujeres que son consoladas por don Manuel.
El título de la obra se puede entender como las malas consecuencias de una educación descuidada, tanto en los varones como en las mujeres.
UN VIAJE (Pardo y Aliaga)
El niño Goyito ha estado recibiendo cartas de Chile durante tres años sobre ciertos negocios interesantes. Aunque tiene 52 años, lo llaman niño Goyito, y así lo llamarán hasta su muerte.
Después de muchos titubeos, el asunto se decide: viajará. La noticia corre por toda la parentela y se convierte en motivo de conversación y quehaceres. El preparativo dura seis meses. Todos se dividen el trabajo: Los sastres hacen ropas diferentes por cada cambio estacional; un hacendado de Cañete teje cigarreras; se encargan los dulces a las madres de un convento; las pastillas, a la madre Salomé, etc. Sin embargo, surge la disyuntiva: de si el buque es seguro o no. Para estar seguros se valen de los informes de un catalán, experto en el asunto, quien luego de hacer las pesquisas, informa que el barco es bueno, con lo que se tranquilizan todos.
El niño Goyito emprende por fin el viaje tan comentado. En la despedida, lloran las hermanas y también el viajero. Hay, además de llantos, encargos de la gente. Este viaje marcó un hito para la familia del protagonista, como si se tratara de una era universal, pues en el habla cotidiana, todos los acontecimientos se sitúan antes y después del viaje de Goyito.
El narrador finaliza exponiendo que, a diferencia de esa manera antigua de viajar de los abuelos, ahora el asunto es mucho más expeditivo, sin tanto barullo. Y precisamente avisa a sus lectores que dentro de unos días se irá a Chile, siendo su partida “forzosa”, aunque estará de vuelta, asegura, en un par de meses.
Mensaje:
Concebido como una sátira mordaz hacia la sociedad limeña de mediados del siglo XIX, “El Viaje del Niño Goyito” es una crítica hacia la persistencia de las viejas costumbres y la incapacidad humana de crecer como persona y dejar de ser el "niño".